Los elementos que hacen parte de la seguridad activa del vehículo son los
encargados de mantener el control del
mismo y realizar adecuadamente las acciones que realiza el
conductor con el fin de evitar accidentes de tránsito. Entre ellos se
encuentran:
Frenos: Son los encargados de
detener el vehículo cuando ante este se presentan obstáculos que impiden su
circulación.
Neumáticos: Garantizan la adherencia y control del vehículo, incluso en
situaciones climáticas adversas. Tienen gran responsabilidad en el frenado del
vehículo y amortiguan las vibraciones que éste produce.
Suspensión: Garantiza el contacto de las 4
ruedas con el piso. Le otorga estabilidad en el ejercicio de la conducción.
Amortigua las imperfecciones del camino.
Dirección: Le da toda la
maniobrabilidad necesaria al conductor para dirigir su vehículo de forma
eficiente.
Iluminación: Proporciona al conductor la
capacidad de ver y ser visto por otros conductores. Evita accidentes de
tránsito en condiciones de baja o nula visibilidad. Para aprender a
usar las luces de tu vehículo.
Climatización: Regula la
temperatura en el interior del automóvil. Es un elemento de seguridad activa
porque garantiza la atención en el ejercicio de la conducción al evitar la
fatiga en el conductor (cuando la temperatura interior es 5 grados más caliente
que el exterior es muy probable que se produzca estos efectos en quien conduce
el vehículo).