Miles de accidentes de tránsito
ocurren en nuestro país año tras año. La conducción es una actividad de alto
riesgo que no sólo genera daños sino también heridas y fallecimientos de
conductores, pasajeros y transeúntes. Por eso, debemos conducir un vehículo que
no sólo cuente con los mecanismos necesarios para evitar un accidente de
tránsito sino uno que, en el caso de que ocurra, disminuya sus efectos en el
conductor, sus ocupantes y los demás involucrados en este hecho.
Estos mecanismos están incluidos dentro de la Seguridad Activa y Pasiva de un vehículo, un concepto del que se empezó a hablar en los años cincuenta cuando los fabricantes de automóviles se dieron cuenta que no sólo debían hacer autos lujosos sino también seguros. A partir de ese momento, se incorporaron elementos que hicieron que la conducción fuera más eficiente, segura y cómoda.
Estos mecanismos están incluidos dentro de la Seguridad Activa y Pasiva de un vehículo, un concepto del que se empezó a hablar en los años cincuenta cuando los fabricantes de automóviles se dieron cuenta que no sólo debían hacer autos lujosos sino también seguros. A partir de ese momento, se incorporaron elementos que hicieron que la conducción fuera más eficiente, segura y cómoda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario